domingo, 27 de agosto de 2017

Azaleas

Están confundidas, estas tontas azaleas.
Tímidas y como si pidieran permiso sacaron sus primeros brotes a los 10 días del mes de agosto. Se habrán olvidado de lo que se siente el tibio sol de primavera, se habrán hartado de la fría quemazón del invierno. Imagino que su centro es cálido como un fueguito tímido, como una sonrisa de quien pretende coquetear. Tontas, insolentes azaleas, largaron su primer verdor en la cresta del invierno y ya no había vuelta atrás aunque volvieran las lluvias, el frío rocío de la primera hora del día. Se tuvieron que poner sus colores de fiesta, ese rosa palidón que no las cubre del resfrío. Se tendrán que acostumbrar a andar con el vestido mojado, con las raíces descalzas, con las hojas al viento.
Pobrecitas azaleas. Las veo decididas, esperanzadas y anhelantes de primavera, deseosas de sol y desafiantes. Quisieron quemar etapas, salieron a hacerle frente al frío con nada más que su silencioso y un único brote que se despedirá pronto y tardará otro año en volver a empezar.
Qué tontas estas azaleas. Acabarán quemándose en el hielo y despidiéndose, todavía confundidas, en medio del sol.

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