lunes, 30 de diciembre de 2013

Mi Macondo, mi lugar

Me gusta pensar en Tapiales como un pueblito.
No digo barrio ni digo localidad porque sé que cuando lo digo el interlocutor piensa en su propio barrio, que siempre es Almagro, San Justo, Villa Crespo, Laferrere, pero nunca es Tapiales.
Es que Tapiales es un pueblito chiquito, redondito, familiar. Tapiales es una esquinita del mundo adoptada por los barrios y localidades cercanas, cuidado como un bebé que aprende a dar sus primeros pasos. No tenemos muchos edificios, y los que hay son tan nuevos que desde la vereda se siente el olor a limpio. En esos departamentos viven los hijos de descendientes de tanos que quisieron independizarse pero no abandonar el lugar donde se criaron, que tantos placeres les da. 
Porque Tapiales es un pueblito chiquito y alejado, pero tiene su encanto. Sus paisajes tranquilos, sus árboles viejos siempre vestidos de verde, su plaza iluminada, sus esquinas sin semáforos. Es difícil acceder desde la Capital, pero los que llegamos nunca nos quisimos ir.

Vuelvo a casa de trabajar. Son las cuatro y media de la tarde y hace mucho calor. Y mientras veo pasar por la ventanilla del colectivo el embotellamiento de autos, la gente que va y viene por todos lados con cara de apuro y de sufrimiento; mientras escucho los bocinazos y los gritos de los protestantes que cortan las calles por la falta de luz, yo pienso en mi pueblo, amo mi pueblo, mi casa, mi jardín, mi vereda. Tapiales es mi casa, mi Macondo. Tapiales es mi hogar.

2 comentarios:

  1. Es genial vivir en pueblitos, aunque creo que Monte Grande ya pasó de etapa pueblística(?), hay muchos edificios.
    Ojo, tienen sus cosas chotas como todo (acá todo el mundo se conoce con todo el mundo, por ejemplo, y es un bajón), pero elijo mil veces esto antes que capital por ejemplo.

    Saludos, y felices fiestas.

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  2. QUE LINDO LUGAR DONDE VIVISME ENCANTA!!
    besos

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